Pues contentos tienen que estar hoy en Globomedia y TVE a la vista de los datos de audiencia que el estreno de Aguila Roja tuvo ayer en el prime time, con una media del 26,4% de share, unos datos que ya no son muy habituales.
Bien es cierto que la competencia no ofrecía gran cosa: la película El último templario en Antena 3 y la solvente pero nunca arrasadora Mentes Criminales en Telecinco. Este buen arranque es significativo, pues las críticas de quién habían visto el preestreno en la red no eran muy halagüeñas. La gente se quejaba de decorados de cartón piedra muy poco creibles, desnudos gratuitos, peleas tipo Matrix que daban risa, dobles de acción demasiado evidentes y expresiones del tipo “soy como un ordenador personal” que no parecen muy propias de la época. Por otra parte, la presencia de los eternos actores de todas las series españolas y la incapacidad de algunos para desprenderse del papel anteriormente interpretado han llevado a Mer a definir Aguila Roja como Los Serrano con mazmorras, una de las críticas más divertidas de la noche. También se ha criticado mucho la duración excesiva del episodio, algo con lo que no puedo estar de acuerdo, o al menos no me pareció un problema, pues a las once y media de la noche la serie había terminado y eso es lo que cualquier espectador que deba madrugar al día siguiente le pide a las series del prime time, que acaben a una hora razonable. Es posible que la casi nula presencia de cortes comerciales haya favorecido este final temprano pero, si en próximas entregas inlcuyen hasta media hora de anuncios, seguirá terminando a una hora razonable y no bien pasadas las doce como ocurre con otros programas de contenido mucho menos sensible a la duración. La serie a mí no me ha enganchado, me atrevería a catalogarla como un buen producto para niños, pero la audiencia es caprichosa y tiene pinta de que le va a ir bien.
Bien es cierto que la competencia no ofrecía gran cosa: la película El último templario en Antena 3 y la solvente pero nunca arrasadora Mentes Criminales en Telecinco. Este buen arranque es significativo, pues las críticas de quién habían visto el preestreno en la red no eran muy halagüeñas. La gente se quejaba de decorados de cartón piedra muy poco creibles, desnudos gratuitos, peleas tipo Matrix que daban risa, dobles de acción demasiado evidentes y expresiones del tipo “soy como un ordenador personal” que no parecen muy propias de la época. Por otra parte, la presencia de los eternos actores de todas las series españolas y la incapacidad de algunos para desprenderse del papel anteriormente interpretado han llevado a Mer a definir Aguila Roja como Los Serrano con mazmorras, una de las críticas más divertidas de la noche. También se ha criticado mucho la duración excesiva del episodio, algo con lo que no puedo estar de acuerdo, o al menos no me pareció un problema, pues a las once y media de la noche la serie había terminado y eso es lo que cualquier espectador que deba madrugar al día siguiente le pide a las series del prime time, que acaben a una hora razonable. Es posible que la casi nula presencia de cortes comerciales haya favorecido este final temprano pero, si en próximas entregas inlcuyen hasta media hora de anuncios, seguirá terminando a una hora razonable y no bien pasadas las doce como ocurre con otros programas de contenido mucho menos sensible a la duración. La serie a mí no me ha enganchado, me atrevería a catalogarla como un buen producto para niños, pero la audiencia es caprichosa y tiene pinta de que le va a ir bien.
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